Un problema relacionado con el sistema operativo Windows ha generado un apagón informático de proporciones globales, afectando millones de equipos de cómputo en todo el mundo. Empresas líderes en sectores cruciales como bancos, aerolíneas, supermercados, servicios de salud y medios de comunicación experimentaron serias interrupciones desde las primeras horas del viernes.
Uno de los lugares más emblemáticos afectados por este incidente fueron las famosas marquesinas de Time Square en Nueva York, que quedaron repentinamente apagadas, reflejando la magnitud del problema.
El origen del fallo se atribuye a un antivirus de la reconocida empresa de ciberseguridad estadounidense Crowdstrike, el cual impactó directamente en la operatividad de Windows. Usuarios en todo el mundo reportaron la aparición de una pantalla azul con el mensaje de "error fatal", evidenciando el fallo.
Según declaraciones de Junade Ali del Instituto Británico de Ingeniería y Tecnología, esta interrupción es de una escala sin precedentes desde eventos similares ocurridos en el pasado, como el ciberataque WannaCry de 2017, que afectó a cientos de miles de computadoras en múltiples países.
Crowdstrike ha actuado rápidamente para aplicar un correctivo al problema, aunque su director ejecutivo, George Kurz, advirtió que tomará tiempo restaurar completamente todos los sistemas afectados. Se enfatizó que el defecto no fue resultado de un ataque informático, sino de una actualización de contenidos mal implementada.
Microsoft, por su parte, aseguró haber corregido la causa de la falla en sus aplicaciones, pero algunos servicios críticos como los aeropuertos ya habían sido impactados irreversiblemente.
En conclusión, este incidente destaca la vulnerabilidad inherente de sistemas operativos ampliamente utilizados como Windows, subrayando la necesidad de medidas robustas de ciberseguridad y de una transparencia total por parte de los proveedores de software para prevenir futuros episodios de esta magnitud.









