El Gobierno de Joe Biden ha decidido no permitir que los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que llegaron a Estados Unidos bajo el programa de "parole humanitario" extiendan su beneficio migratorio más allá de los dos años establecidos, así lo confirmó Naree Ketudat, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El programa, que comenzó en octubre de 2022 para los migrantes de Venezuela y se extendió a los otros tres países en febrero de 2023, ha permitido que más de medio millón de personas ingresen al país estadounidense.
El parole ofrece a los beneficiarios un permiso para trabajar legalmente durante dos años, siempre que cuenten con un patrocinador en el país. Al finalizar ese periodo, aquellos que no hayan solicitado otro beneficio migratorio "deberán salir de EE. UU. o serán sometidos a procedimientos de deportación", explicó Naree Ketudat, portavoz del DHS.
El parole humanitario ha sido parte de la estrategia de Biden para controlar la migración irregular, mientras endurecía las restricciones para el asilo en la frontera con México. Según las últimas cifras proporcionadas por el DHS, unas 110 mil personas cubanas, 210 haitianas, 93 mil nicaragüenses y 117 mil venezolanas han ingresado a Estados Unidos bajo este programa.
Algunos beneficiarios de Venezuela y Haití que llegaron al país antes de julio de 2023 y junio de 2024, respectivamente, tienen la opción de solicitar el Estatus de Protección Temporal (TPS), que les permitiría una protección adicional en el país.