París.- En el primer viaje al extranjero de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, el presidente francés, Emmanuel Macron, lo recibió en el Palacio del Elíseo de París. Los líderes se saludaron con un firme apretón de manos y se dieron una calurosa palmada en la espalda.
El presidente francés recibió a Trump, antes de la reapertura de la catedral de Notre Dame, que vuelve a abrir sus puertas luego de un voraz incendio que consumió gran parte de su estructura y sus interiores hace más de cinco años.
El viaje a Francia marca el regreso de Trump a la escena mundial, mientras se prepara para hacer frente a una serie de crisis internacionales. Su llegada al país europeo puede ser una oportunidad de Macron para desempeñarse como mediador entre Europa y el impredecible político estadounidense, que ya ha hecho antes.
Trump dijo a Macron que habían disfrutado de un "éxito realmente grande" trabajando juntos durante su primer mandato. "Y ciertamente parece que le mundo se está volviendo un poco loco en este momento. Y hablaremos de ello", agregó.
A los líderes europeos les preocupa que Trump pueda retirar la ayuda militar estadounidense a Ucrania en un momento crucial de su guerra para repeler la invasión rusa.
Macron es un firme defensor de la alianza de la OTAN y de la lucha de Ucrania, mientras que Trump considera que las naciones europeas deben pagar más por su defensa común y que es necesario un acuerdo negociado para poner fin a la guerra.
Aunque Trump no tomará posesión hasta el 20 de enero, ya ha mantenido conversaciones con varios líderes mundiales, y los miembros de su equipo están tratando de ponerse al día sobre un creciente número de crisis, como Ucrania y Oriente Medio.









