QUINTANA ROO. La Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado de Quintana Roo informó que cerca de 70 familias han sido despojadas de su patrimonio a causa del incumplimiento de pagos de préstamos grupales, pues los adeudos ascienden a cantidades impagables.
En razón de ello, los cobradores inversionistas de origen beliceño compran las carteras vencidas y proceden a embargarles sus viviendas, dejando a los afectados, prácticamente, en la calle.
Los préstamos se realizan en grupos de diferentes números de personas, de manera que, aunque las cantidades prestadas sean altas, los pagos para cada involucrado en realidad no lo son, pero muchas personas deciden no pagar la parte que les toca.
Por tal motivo, el adeudo no puede ser saldado en su totalidad y la persona que figura como titular queda a expensas de los cobradores, sin importar si el titular cubrió su parte correspondiente.
Esta situación sucede debido a que algunos despachos de cobranza de inversionistas beliceños compran las carteras vencidas grupales a las empresas que realizan los préstamos, y estos proceden a cobrarles a los prestatarios, para lo que recurren a abogados que se encargan de las diligencias que conllevan estos procesos.
Al respecto, uno de los abogados que se dedica a esto, Baltazar Gamero Díaz, explicó que estas situaciones ocurren porque las personas que solicitan los préstamos no tienen claro cómo funciona la dinámica de pago, principalmente, por el hecho de que no es una sola persona quien hace uso del dinero que se solicita.
Lo más común es que piensan que una persona es responsable de pagar la parte que le tocó, entonces cuando han cubierto el monto, consideran que el adeudo terminó, señaló.
No obstante, advirtió que para las financieras los préstamos deben ser cubiertos en totalidad para que se considere que la persona titular está libre del adeudo. Entonces, si alguien no ha cubierto la parte que le corresponde, el titular sigue figurando como deudor, aseveró.
Un caso reciente que ocurrió en Chetumal es el de un señor identificado como Alfaro Ramírez, quien recurrió a solicitar un préstamo grupal y se aseguró de cumplir con cada uno de los pagos para saldar los 5 mil pesos de los que él hizo uso, de un total de 100 mil pesos que fueron repartidos entre 20 personas.
Sin embargo, cuando el personal del despacho de cobranza se presentó en su domicilio le informó que la deuda había ascendido a 900 mil pesos.
Dicha situación se derivó de la falta de pago de las otras personas, quienes ahora deberán pagar 45 mil pesos cada una para que el afectado puedo recuperar su casa, toda vez que le fue embargada por ser quien figuraba como titular en los documentos referentes a la solicitud del préstamo.