Elon Musk, anunció el martes que la inversión de la compañía en México se encuentra detenida hasta después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Esta decisión se debe a la incertidumbre generada por las políticas arancelarias propuestas por el presidente Donald Trump.
Musk explicó durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación que la administración actual ha amenazado con imponer aranceles a los vehículos producidos en México, lo cual ha llevado a Tesla a reconsiderar sus planes de expansión en el país. "Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección", mencionó Musk, quien ha expresado públicamente su apoyo a Trump y su intención de apoyar financieramente su campaña electoral.
Tesla había anunciado previamente la construcción de una planta de montaje en México con planes de producción a partir de 2026. Sin embargo, Musk declaró: "en estos momentos nos oponemos a Giga México", refiriéndose al proyecto en Monterrey que ya había comenzado su fase inicial de construcción.
Las labores de construcción de la Gigafactoría de México habían sido anticipadas, con el respaldo de significativos incentivos estatales por parte del gobierno mexicano. A pesar de los planes iniciales, la empresa ha decidido postergar el proyecto debido a las condiciones políticas y económicas actuales.
Mientras tanto, Tesla está centrando sus esfuerzos en aumentar la producción en sus actuales factorías y en preparar la fabricación de futuros productos como el robotaxi y el robot humanoide Optimus en su planta de Texas.
Esta decisión de Tesla representa un revés significativo para los planes de expansión industrial en México y refleja las complejidades que enfrentan las empresas multinacionales en un entorno político cambiante.