ALABAMA, Estados Unidos.— Dos minutos tardó en fallecer el prisionero del estado de Alabama, Kenneth Eugene Smith, condenado a muerte por el método de gas nitrógeno, calificado por la ONU como «tortura».
Se trata del primer reo en morir de esa manera en Estados Unidos. El condenado fue hallado culpable del asesinato de la esposa de un pastor, en 1986. El pastor contrató a Smith y a dos personas más para que efectuaran la ejecución.
Periodistas que atestiguaron la ejecución señalaron que durante quince minutos se inyectó gas nitrógeno a la cámara de ejecuciones. A Smith se le había colocado una máscara para que sólo respirara ese gas. Después de convulsionar durante dos minutos, falleció por falta de oxígeno. El condenado ya había sobrevivido en 2022 a una inyección letal.
Organizaciones humanitarias acusaron al estado de Alabama de probar con el condenado un método experimental letal, que violaba la prohibición constitucional de castigos crueles. Señalaron que este método se usa para matar cerdos, pero antes se les administra un sedante. «Es un camino hacia la barbarie», reflexionó Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad Sant'Egidio, en España.
Autoridades de Alabama aclararon que a Kenneth no lo sedaron y fue el método que él mismo eligió para morir, luego de haber sobrevivido durante cuatro horas a la inyección letal. Aunque el condenado había demandado al estado de Alabama por usarlo como «conejillo de indias». Los estados de Oklahoma y Missisipi ya adoptaron este método de ejecución.
La ONU reaccionó alarmada, advirtiendo que el uso de gas nitrógeno para ejecutar condenados podría constituir tortura y otros tratos crueles vetados por el derecho internacional.









