En su viaje de Florida a Nueva Orleans de este domingo en el Air Force One para asistir al Super Bowl, el presidente Donald Trump dijo que este lunes anunciará aranceles de 25 por ciento a todas las importaciones de acero y aluminio.
En una charla con periodistas, mencionó que los aranceles se aplicarán a las importaciones de metales de todos los países. Sin embargo, no especificó cuándo entrarían en vigor los impuestos.
"Cualquier acero que ingrese a Estados Unidos tendrá un arancel del 25%", afirmó en el vuelo.
Cuando le preguntaron sobre el aluminio, respondió: "El aluminio también (estará sujeto a las sanciones comerciales)".
El Mandatario reafirmó que anunciaría "aranceles recíprocos" -"probablemente el martes o miércoles"-, lo que significa que EU impondría derechos de importación sobre productos en los casos en que otro país haya aplicado aranceles a bienes estadounidenses.
"Si ellos nos están cobrando un 130% y nosotros no les cobramos nada, eso no va a seguir así", añadió.
Esas tarifas no entrarán en vigor el mismo día del anuncio.
Las medidas son las últimas de una serie de amenazas de aranceles del republicano a países y sectores específicos.
La escala de las ambiciones arancelarias generales de Trump sigue sin estar clara. También ha dicho que impondría aranceles a otros productos, incluidos los productos farmacéuticos, el petróleo y los semiconductores, y dijo que está considerando imponer aranceles de importación a la Unión Europea.
La semana pasada, Trump impuso un arancel del 10% a los productos chinos. Pekín también anunció medidas de represalia que entrarán en vigor a finales de este mes y que tienen un alcance más calibrado, apuntando únicamente a los productos importados de Estados Unidos por valor de 14 mil millones de dólares en 2024.
Trump había prometido imponer aranceles a China, Canadá y México, acusando a las naciones de no hacer lo suficiente para ayudar a detener la ola de drogas ilegales y migrantes indocumentados a través de las fronteras de Estados Unidos.
Pero la semana pasada, archivó los planes para los aranceles del 25% a los dos países de América del Norte, con una tasa del 10% sobre la energía de Canadá, después de que sus gobiernos hicieran modestas promesas para ayudar a abordar sus preocupaciones fronterizas.
Los aranceles de Canadá y México se pausaron hasta el 4 de marzo.









