TABASCO. Entre lodazales, calles de terracería, drenajes a cielo abierto y una deficiente red de energía eléctrica, más de tres mil habitantes de la colonia Francisco Villa, una de las "ciudades perdidas" de Villahermosa, sufren desde hace casi cinco sexenios de marginación y pobreza urbana.
A ese sector colindante con Ciudad Industrial, no ha llegado la ansiada transformación. Sus 14 calles de terracería son testimonio de que quienes allí habitan siguen quedándose atrás y siguen quedándose afuera, pese a que desde hace 12 años se inauguró en Tabasco la era de los gobiernos de la llamada izquierda, esos que prometieron sacar al pueblo del abandono.
Las vialidades que se trazaron hace 28 años continúan sin ser pavimentadas. "Están así desde que se empezó a poblar la zona y nadie nos ha volteado a ver". Incluso, quienes han desempeñado la función de delegados del lugar, sólo han estado de adorno, se quejan los colonos.
“Aquí sufrimos para pasar, las personas de la tercera edad y los niños que van a la escuela tienen que atravesar los lodaceros, hemos hablado con los delegados, pero nunca nos han solucionado nada", acusa Lizeth Torres Candelero, vecina de la Pancho Villa.
Los habitantes están conscientes de que la colonia se ubica dentro de un asentamiento irregular y que no cuentan con ningún papel ni título de propiedad, sin embargo, no tienen a dónde ir y siguen allí, padeciendo, por la necesidad, por la urgencia de tener un terreno donde formar un hogar.
“Sé que en cualquier momento nos pueden correr, pero anteriormente esto ya estaba habitado y los movieron a Bicentenario, cuando lideró Andrés Granier, y algunos regresaron por las carencias que se tenían”, recuerda la señora Emilia Candelero, con más de 15 años de residencia en la zona.
Son los mismos vecinos los que hacen "cooperachas" y sacan de sus propios bolsillos el dinero para remendar las calles. Así sucedió en la arteria nombrada "Químico Andrés Granier". Allí, entre todos, compraron un camión de escombro y dos de tierra para medio hacer transitable la vía.
SE ENSANCHAN CARENCIAS
En muchas ocasiones, de poco sirve el esfuerzo. Cada vez que llueve, los baches de las calles que ya se habían medio arreglado, se vuelven a convertir en un lodazal por donde es difícil caminar. En otras, hoy por hoy se pueden observar escombros y blocks regados sobre las vialidades como medida de solución momentánea.
“Esto no es nada, cuando llueve todo esto se inunda, porque el agua no tiene como salir y se estanca y los carros descomponen las calles”, lamenta doña Emilia, con tristeza, resignada.
En tres década de vida, en la colonia apenas y se logró la pavimentación de la calle principal.
Frente a los rezagos que son sinónimo de pobreza y desigualdad, Sintexto contactó a la delegada Cristina Martínez Pérez para abordar el tema, pero rehuyó a dar entrevista. .
El habitante Domingo Ruiz señala que ya llevan muchos años en esas condiciones. Él recuerda que en un principio la colonia Francisco Villa sí era una zona irregular, pero también afirma que el asentamiento fue municipalizado. Aún así las carencias se ensanchan cada día.
Otros problemas que tiene el centro urbano son el cableado eléctrico y la filtración de aguas negras sobre la única calle pavimentada, la Tapanco, que resulta ser la principal. Por las tardes, acusan, desde hace más de tres meses emergen aguas negras con un olor pestilente. Aquí, los pobres no son primero, recriminan.














