CAMPECHE. En las 750 mil hectáreas de la Reserva de la Biósfera de Calakmul hay detectadas dos mil aguadas, planteó el investigador del Centro de Estudios de Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre (Cedesu) de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), Alberto Flores Colín, en su intervención en el Encuentro de Investigadores de la Cultura Maya.
En el Atlas de Aguadas de Calakmul se tiene el registro de 2 mil reservorios, lo que proyecta que cada 20 minutos los habitantes de Calakmul, en la época prehispánica, podían abastecerse de líquido para uso agrícola o doméstico.
En su presentación “Atlas de aguadas de la Reserva de la Biósfera de Calakmul: una aproximación al manejo hidráulico de los mayas mediante el uso de sensores remotos” en el marco del XXXIV Encuentro de Investigadores de la Cultura Maya, que realizó en coordinación con el académico de la Cedesu, Armando Anaya Hernández, planteó que los mayas están infravalorados en el rubro de ingeniería cuando desarrollaron estos sistemas para abastecerse de agua y cambiaron incluso el paisaje.
Explicó que mediante la técnica Buffer estimaron que caminando cada 20 minutos había un espacio de agua en donde podían tomar el líquido los mayas.
La proyección, con base en estudios Lidar (imágenes de rayos láser) así como imágenes satelitales, marcó un área de influencia denominada Buffer, lo que representaría que estando en la Reserva de la Biósfera, al caminar 2 kilómetros, se podría acceder a un reservorio cada 20 minutos, ya que 4.5 kilómetros se caminan en una hora, el tiempo estimado para los 2 kilómetros sería 20 minutos.
Aseveró que “si uno estuviera en cualquier parte de la reserva en la época prehispánica, hubiera estas fuentes de acceso al agua”.
Señaló que coincide con el patrón disperso ya que el asentamiento urbano se expande por todos lados, aunque apuntó que deben sumarse otras fuentes de agua, ya que incluso reservorios de tipo doméstico pequeños no pueden determinarse por el Lidar porque parecen canteras.
Insistió en que tuvieron una gran variabilidad de agua y aunque la proyección del buffer es arbitraria porque lo genera el programa, sin embargo, insistió en que de ubicarse en el punto proyectado, demuestra que había una red de distribución de agua ya sea para cuestión agrícola o de uso potable.
Subrayó que hay muchas culturas prehispánicas señaladas como grandes ingenieros, ya sean los mexicas o las andinas, y aunque a los mayas también se les considera, manifestó que “hasta cierto punto, pero están un poquito infravalorados” por el diseño de las aguadas, ya que tienen diversas formas geométricas aunado a todo el paisaje que modificaron en el tema hidráulico.
Este conocimiento, resaltó, demuestra el avance que tuvieron en la ingeniería hidráulica, lo que les permitió el desarrollo sustentable de las ciudades mayas.
Explicó que utilizaron imágenes satelitales de los años 80 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y con los Lidar, y pese a que hay una diferencia entre las dos técnicas, apuntó que hay tendencias en donde se concentran los sitios de mayor tamaño y con base en que los patrones de asentamiento son continuos, significa que “hay pocos lugares donde no hay asentamiento, pues sería lo mismo, hay pocos lugares donde no hay estos reservorios”, finalizó.