VERACRUZ. La secretaria de Protección Civil de Veracruz, Guadalupe Osorno Maldonado, compareció ante el Congreso del Estado para presentar los logros alcanzados en su gestión como parte del sexto informe de gobierno. Y aclaró que el derrumbe en la autopista Orizaba-Puebla ocurrió en territorio del estado de Puebla, no en Veracruz.
Osorno Maldonado, presentó a la Comisión Legislativa del ramo, integrada por el diputado Antonio Ballesteros y por las diputadas Victoria Gutiérrez e Indira Rosales, los resultados de este año.
Durante la comparecencia de la Secretaría de Protección Civil ante el Congreso del Estado, la legisladora panista, Índira Rosales San Román, cuestionó la demora del gobierno de Veracruz en informar sobre el derrumbe en la autopista de las Cumbres de Maltrata.
En respuesta, “es un evento que corresponde al estado de Puebla, aunque mantenemos coordinación con ellos. La obra está a cargo de CAPUFE y la federación, mientras que nosotros hemos brindado apoyo en la gestión de pipas que quedaron atrapadas en la zona”, explicó Osorno.
La secretaria también reconoció que el deslizamiento es un problema complejo que requiere una gran cantidad de trabajo.
Agregó que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de su director Luis Posadas, mantiene contacto con las autoridades veracruzanas para coordinar esfuerzos.
Por otra parte, el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez urgió a las autoridades a dar atención urgente al bloqueo de la autopista Orizaba-Puebla, esto debido al derrumbe en ‘El Mirador’, en las cumbres de Maltrata, pues ya ha generado graves afectaciones económicas, no sólo a transportistas, líneas de autobuses, sino a conductores particulares.
El sacerdote comentó que esta situación no sólo afecta la comunicación, el transporte de mercancías, sino el traslado de personas y, “de repente se podría, quizá, tener una respuesta más oportuna”.
De la misma manera, reconoció que se conocen los límites que tiene una carretera en la zona montañosa, pero los sectores afectados tienen razón en inconformarse, porque se alarga la travesía, se complica la logística de transporte y eso afecta todo lo que tiene que ver con la transportación de mercancía y la economía de las empresas y fuentes de empleo.