TABASCO. El alto volumen de la música suena al final del callejón Puerto Escondido. Los habitantes de las casas previas, en su diario trajín, no vuelven los ojos al extraño visitante: se han acostumbrado a la visita inesperada.
No pasa lo mismo con los perros. Ellos no pueden ignorar el nuevo olor de quien, guiado por el instinto musical, se acerca a lo ignoto de la ranchería Boquerón: el ‘Puerto’ del callejón, que no es lo único escondido; aquí el tesoro es el Centro RU, el primer centro deportivo integral para personas con discapacidad del Estado, que acerca el deporte a las más de 9 mil personas que habitan los Boquerones del municipio de Centro, en Tabasco.
RU significa Runners Universe sin fronteras, una comunidad de corredores de Tabasco de la que Rafael Serrato es presidente. De esta g rupohay colgada un par de lonas en el portón, así que además de la música alta, esta publicidad da aviso que se ha llegado al gimnasio. Al fondo, enérgico, está Rafael, guiando en su primer día a Héctor.
Héctor viste una playera verde fosforescente, tiene el cabello corto y rebasa en altura a su entrenador. Casi nunca le otorga el privilegio de la mirada a Rafael, pero le demuestra su fuerza e intuición en cada ejercicio. Especialmente en el que sus palmas se agarran del par de barras a sus costados para levantar su cuerpo, hasta que de pronto se encuentra con el espejo y se mira en él, entonces se descubre ejercitándose. Eso hace que se vuelvan a ver, mientras Rafael reconoce su esfuerzo con aplausos que Héctor imita.
El nuevo deportista escucha, antes que ver, porque ha nacido con autismo no-verbal, pero cuando mira a alguien, ese alguien es Margarita Velázquez, su madre, quien lleva consigo desde hace 21 años y que el día de hoy está a unos metros de él en una activación física con una señora y otro entrenador.
Margarita ha tomado la decisión de que su hijo forme parte de las casi 50 personas con alguna condición diagnosticada que acuden regularmente al Centro Ru, quienes además de liberar tensiones naturales, buscan su desarrollo e integración a la sociedad.
“Llega el momento en el que detonan, tienen crisis disruptiva: se estresan, gritan, lloran, patean y siento que esta actividad le va a ayudar mucho a él”. Pero también a ella le dará fortaleza. “Necesitamos tener vitalidad para poder cuidarlo a él, porque esto es para toda la vida. Si termina la mía, pues allí queda, pero si no, ahí seguimos los dos hasta que uno de los dos se vaya”.
EL PRIMERO EN SU TIPO
A inicio de 2025, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Tabasco, el Trizone Triatlón Club especializado en triatlón y natación y Runners Universal sin fronteras, explica Rafael Serrato, llegaron a un acuerdo para convertir el Centro de Entrenamiento RU, en el primer Centro Deportivo Integral para Personas Discapacitadas.
Esto implicaría recibir recursos económicos o humanos, como profesionales de la educación, entrenadores y psicólogos, creando así un método de trabajo que consiste en una parte física y otra psicológica, así como del lenguaje.
“No sólo para los muchachos, sino también para los familiares. Hay muchas personas que tienen a sus hijos ‘guardados’, protegiéndolos en una burbujita, pensando que de esa forma, pueden estar mejor. Pero nosotros hemos comprobado que integrándolos a una sociedad, teniendo las adecuaciones en cualquier actividad cultural, deportiva o social, en la que exista la inclusión, pueden ellos participar en todo”, afirma.
Actualmente, aclara el entrenador, RU no es un centro de rehabilitación.
Quien se integre al gimnasio, pasará por la iniciación a la activación con ejercicios funcionales, eventualmente puede pasar a las pesas, pero dependerá de las condiciones que demuestre la persona, “porque no es tanto lo que esté haciendo físicamente, como sí (...) los choquecitos eléctricos”.
Como Héctor, menciona, quien nunca habla, pero que en este su primer día, trató de imitar extraordinariamente las palabras de su entrenador. “Entonces ellos, al tener esa conectividad, empiezan a funcionar más conexiones del cerebro y se empiezan a habilitar, tienen más desarrollo e interacción con lo que están haciendo”.
A la espera de la resolución con el DIF Tabasco, a quienes ingresen se les solicita una cooperación única de 500 pesos para poder pagar a los especialistas con los que cuentan actualmente, pero espera que en el futuro no tengan que pagar nada.
POCOS ESPACIOS INCLUSIVOS
Los Centros de Atención Múltiple aceptan aún a Héctor, pero sólo le brindan talleres. Esta es la primera vez que Margarita lo inscribe a una actividad física ‘particular, pues las barreras son múltiples en la entidad. Las actividades inclusivas son escasas y las pocas que han encontrado, suelen cobrar un monto que no le es posible cubrir. “Hay escuelas, pero de un tiempo para acá, ya no son suficientes, cada vez hay más personas con diagnóstico de autismo”.
La falta de espacios es algo que ha podido identificar el entrenador en los seis años que lleva de carrera. Pero esto deviene de otra circunstancia: la falta de conocimiento entre la población con familiares con discapacidad, quienes muchas veces temen incluir a sus hijos en actividades que los pongan en un posible riesgo. Como consecuencia, los organizadores de eventos deportivos inclusivos han detectado que, aunque los convocan, no participan.
Pero Rafael Serrata insiste en que es importante que aun así se convoque a este sector de la población. Muestra de ellos es la creación de una categoría para personas discapacitadas en las carreras que organiza el INJUDET.
“Los mismos organizadores decían: es que no hay participación. Claro que no hay participación porque no hay apertura. Si no hay la apertura, ¿cómo va la gente a usar esos servicios?”, cuestiona.
Para el entrenador, una de las principales cosas que frenan la generación de estos espacios, es la burocracia, pues asegura que aunque existan mesas de trabajo, muchas iniciativas no pasan a la acción.
Por último, hace una invitación a los padres a que no tengan miedo de sacar a sus hijos y así, quitarse las culpas.
“Ya nos tocó tener un hijo con alguna discapacidad, pues hay que sacarlo adelante. Ellos pueden bailar, pueden usar teléfonos, de acuerdo con su discapacidad, ellos pueden hacer muchísimas cosas que no sabíamos, lo primero es que interactúen (...) hay que ir avanzado en la medida que los van avanzando”.
El primer Centro Deportivo Integral para Personas Discapacitadas representa una gran oportunidad para esta población que muchas veces suele ser rezagada. Pues como dice Margarita Velázquez, madre de Héctor: “ojalá existieran más lugares como éste, para que nosotros podamos tener más oportunidades para nuestros hijos”.
“Que se den cuenta que también son personas, que no son ‘el enfermito’, que no son ‘el que no sirve para nada’, ‘el discapacitado que no tiene derecho a nada’, que no merece respeto. Que hubiera más lugares así que nos hagan sentir que nuestros hijos son valiosos”. Esa es la sentencia.








