TABASCO. En 2012, según imágenes del sitio Google Maps, el tronco de un árbol que crecía sobre la banqueta de la extensa avenida "Gregorio Méndez", frente a los servicios funerarios del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET), tenía la forma de una “S”, y levantaba el concreto.
Este árbol representaba un obstáculo para miles de peatones y un verdadero reto para las personas con discapacidad o de la tercera edad. Entre 2013 y 2015, fue talado, pero no era el único árbol que rodeaba la esquina de la calle "Niño Artillero".
En unos pocos metros, coexistían al menos tres más. Y pese a que uno más fue talado en lo que hoy es ocupado por un restaurante de mariscos a cielo abierto, los estragos en la banqueta nunca se han ido.
En el lugar queda un pequeño montículo de concreto agrietado, por el que se puede elegir pasar sino se desea correr el riesgo de sumergir el calzado en un charco, de resbalarse entre el fango formado por lluvias recientes, o por una fuga de agua unos metros más adelante.
Otro tanto de ciudadanos, la considera obsoleta, y eligen pasar por el asfalto para autos.
María, fatigada, eligió tratar de esquivar la zona enlodada. Este día fue a buscar a su nieta a la preparatoria cercana al sitio. Ella no se equivoca al recordar “desde siempre”, a la banqueta en esas condiciones. “Para las personas mayores que andan caminando, es peligroso que caminen por ahí”.
Su nieta, que tiene seis meses de haber ingresado al plantel, señala que es un obstáculo que ha tenido que evitar desde su inicio en la escuela.
Con respecto a la fuga de agua que está a unos pocos metros, la estudiante considera que, “es peligroso y desagradable porque luego suelta malos olores”.
Más tarde, otra señora que prefirió el anonimato, aseguró que nunca ha tenido algún accidente, pero cada vez que tiene que pasar por ahí, incluso prefiere bajarse caminando en la calle, exponiéndose a sufrir algún accidente vehicular.
Así, hicieron el llamado al Ayuntamiento de Centro a darle una solución a esta banqueta que lleva en deterioro, al menos, trece años.
