CAMPECHE. Desde el pasado 9 de enero, un grupo de menonitas está devastando decenas de hectáreas de la selva maya de Campeche, con el objetivo de expandir sus colonias y esto ha provocado un impacto de consideración en la zona protegida.
Ejidatarios denunciaron que también abrieron caminos para ingresar a la reserva natural protegida de Balam Kin, en el municipio de Champotón, donde pretenden convertir este territorio en campos agrícolas y ganaderos y crear un nuevo núcleo poblacional.
Reportes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) señalan que en años recientes la deforestación en Campeche ha coincidido con la migración de miembros de la comunidad menonita a esa entidad, donde fueron expandiendo sus colonias a través de la compra de terrenos nacionales o renta de terrenos ejidales.
Los ejidatarios de Campeche denuncian que se están cortando árboles con maderas muy preciadas como caoba. Con la maquinaria también destruyeron cinco montículos mayas con edificios y templos, de 15 metros de altura, con relieves y estelas, vestigios arquitectónicos que durante siglos la selva conservó.
Esta migración de menonitas está provocando impactos de consideración que han destruido vestigios arquitectónicos en la selva maya.
Indican, que una trituradora convirtió bloques de piedra en gravilla, misma que los menonitas usarán para el nuevo asentamiento que pretenden establecer en esta zona considerada un portal al inframundo por los mayas.
En septiembre del 2023, el gobierno federal decretó área protegida 115 mil hectáreas de Balam Kin, dentro quedaron 4 mil 900 hectáreas que pertenecen a la ampliación forestal del ejido Chiná, en Champotón.
Un mes después, el presidente ejidal, Juan de Dios May Che, rentó 8 mil 10 hectáreas de uso común ejidal a la sociedad 'Miraflores productores agrícolas' de la localidad menonita El Temporal, en Hopelchén. Le pagaron 10 mil pesos por hectárea.
Un grupo de ejidatarios de Chiná se opuso a la renta de sus tierras, argumentando que el gobierno estatal las considera en conservación ecológica desde 1999 y comenzaron a denunciar los posibles daños ambientales.
Tan solo en los últimos dos meses, los menonitas han deforestado 250 hectáreas de la ampliación forestal del ejido Chiná, donde también habitan animales en peligro de extinción.
Al respecto, Adán Peña Fuentes, comisionado nacional de Áreas Protegidas, explicó, “Sí hay desmontes, sí hay tumba de árboles de madera, este es un delito ambiental y ese delito debe sancionarse porque es ilegal, no vamos a permitir ningún tipo de cambio de suelo al interior de la reserva natural protegida de Balam Kin, estamos enterados de la apertura de más brechas, de dos brechas, las denunciamos ante la Fiscalía General de la República por daños ambientales”.
El comisariado Juan de Dios May se niega a entregar el contrato de renta de tierras de uso común a los ejidatarios que se opusieron y fueron despojados.









