CAMPECHE. Con la asesoría del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en los próximos días se protegerá el Retablo de la parroquia central de San Luis Obispo en la ciudad de Calkiní, con el fin de evitar que se siga dañando.
Lo anterior, debido a que se desplomó parte del techo de ese templo católico el pasado 29 de diciembre de 2024.
Entre las joyas de arte que atesora Calkiní está el Retablo de la Iglesia de San Luis Obispo, el cual es considerado el más grande de la Península de Yucatán, con una altura de más de 15 metros y un ancho de más de 10 metros. Esta obra de arte es, además, de las más bellas de la Península, ya que es de estilo barroco y fue elaborado en madera de cedro del siglo XVIII.
La iglesia enfrenta serios daños estructurales luego de que una parte de su techo colapsara, a pesar de las advertencias del párroco y las limitaciones impuestas para evitar el ingreso de feligreses y ciudadanos. El INAH ha sido criticado por no ofrecer una respuesta adecuada ante la situación.
Las lluvias han comenzado, y los pájaros han entrado al recinto, lo que agrava el daño a las valiosas imágenes y retablos del lugar.
De acuerdo con testimonios de ciudadanos como María C.M., Verónica L.C. y Norma M.C., la falta de atención oportuna por parte de las autoridades ha generado frustración, pues la reparación de la iglesia ya había sido solicitada en reiteradas ocasiones, tanto por el párroco como por los habitantes de la comunidad.
El gobierno estatal, junto con Protección Civil, ha comenzado a evaluar la situación, pero tampoco se ha ofrecido una solución inmediata. A pesar de los esfuerzos, las autoridades locales y federales parecen continuar “echándose la bolita”, sin dar respuestas claras sobre el tiempo de reparación ni el resguardo adecuado de las piezas de valor histórico.
“Esta iglesia ha estado pidiendo reparación desde hace años, y parece que no les importa hasta que algo grave pasa”, lamentó María C.M., una de las habitantes afectadas.
Además, destacó que no es un caso aislado, pues en todo el municipio de Calkiní y en varias otras localidades, las iglesias se encuentran en condiciones similares, con estructuras deterioradas y sin el apoyo necesario para su restauración.
Los ciudadanos piden con urgencia que las autoridades tomen cartas en el asunto, no solo para salvar el patrimonio religioso, sino para evitar que más iglesias en la región continúen deteriorándose sin una respuesta efectiva de los responsables a nivel estatal y federal.
A la par, reclaman que los legisladores trabajen en la creación de leyes que garanticen la reparación y conservación de estos edificios históricos, antes de que sea demasiado tarde.