Antonio Baranda
Agencia Reforma
CHETUMAL, QR 30-Sep-2024 .-Fue, ahora sí, la última y nos vamos. Pero el Presidente Andrés Manuel López Obrador no se despidió ante el pueblo bueno, como él lo llama, tampoco entre vítores de seguidores, sino ante militares y en un ambiente sobrio, carente de ánimo.
Ahí estaba la plana mayor del Ejército, que se llevó un amplio reconocimiento público por parte del mandatario, y al menos 200 soldados vestidos de civil que iban de "público", aunque sin poder usar sus celulares, siempre en silencio, disciplinados.
No hubo porras, tampoco consignas de apoyo hacia el tabasqueño. Esas se quedaron a más de 100 metros de distancia, afuera de la sede, donde se congregaron decenas de simpatizantes con lonas, pancartas y peticiones.
"Arriba la 4T", "Jamás se había apoyado tanto al sureste", "Gracias, hasta siempre señor Presidente", decían algunas pancartas en el exterior.
López Obrador encabezó su último acto en la estación Chetumal del Tren Maya, sólo ante mandos y tropa del Ejército, como una deferencia más hacia las Fuerzas Armadas, a las que hace apenas unos días describió como sus "brazos" en el Gobierno.
"Amigas, amigos de Quintana Roo y de nuestro querido México. Este acto es muy importante, está lleno de simbolismos, porque aquí concluye prácticamente nuestra obra, nuestra tarea", arrancó el Presidente.
No parecía, sin embargo, el último acto del tabasqueño, tampoco una despedida del Gobierno. Lució más como uno de tantos eventos que encabezó durante su sexenio. La ausencia de pobladores eliminó el bullicio, el griterío y el tumulto que siempre acompañaron sus apariciones públicas.
Ni siquiera el mandatario se notaba con mucho ánimo. Llegó callado, esbozando una ligera sonrisa, apenas levantando un brazo para saludar y con los ojos visiblemente hinchados. Lo acompañaban la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
"Ya en unas horas más, en dos días, o menos, a entregar la encomienda, el encargo de Presidente de México a la Presidenta Claudia Sheinbaum, una extraordinaria mujer que va ser, por primera vez en la historia, Presidenta de México", dijo ante miembros de su gabinete legal y ampliado.
"Hechos, no palabras, ya hemos hablado bastante y sólo me resta agradecer a todos los que participaron en la construcción de esta majestuosa obra del Tren Maya", agregó López Obrador, a pesar de que la estación Chetumal aún no está abierta al público, como tampoco el tramo 7 del Tren.
López Obrador dedicó prácticamente todo su discurso --de 37 minutos-- a elogiar el trabajo del Ejército y la contribución de los militares en la construcción de obras emblemáticas de su administración, como el AIFA, el Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum.
"Agradecer a los técnicos, a los ingenieros civiles, agradecer de manera muy especial a los ingenieros militares por su participación, por su apoyo. Y agradecer de manera muy especial, al General (Crescencio) Sandoval. Muchas gracias General", indicó.
"Son muy importantes las decisiones que se toman cuando se tiene la responsabilidad de ocupar un encargo, una misión, yo creo que la política es virtud, pero también es fortuna, es suerte y he tenido la fortuna que me ha acompañado la suerte en esta odisea que es servir al pueblo de México.
"Es por la virtud, pero (también) por la suerte, por el creador y por los aluxes, por la vida, he tenido suerte", agregó López Obrador sin generar mayor reacción entre los asistentes.
En su oportunidad, el titular de la Sedena agradeció la confianza del Presidente y afirmó que las Fuerzas Armadas se sienten privilegiadas de que el Gobierno federal haya aprovechado sus "fortalezas" para materializar diversas obras estratégicas.
Defendió que personal castrense realice obras "que contribuyen al desarrollo nacional", y agregó que hay muchos modelos en el mundo de participación de militares en ese tipo de proyectos, entre los que mencionó una carretera en Alaska y un ferrocarril en Rusia.
"En el caso de México también tenemos ejemplos que anteceden a esta administración. Los más emblemáticos son la construcción de carreteras de los años 30; de gasoductos a finales de la década de los 60 y de la carretera fronteriza del sur en el año 2000", añadió.
"Sin duda, estos son sólo unos ejemplos que nos dejan en claro dos importantes lecciones: primero, la importancia que tienen las vías de comunicación para la sociedad y para el desarrollo nacional de todo el país. Y segundo, la trascendencia que tiene para las naciones el empleo de las fortalezas de sus Fuerzas Armadas para este tipo de proyectos".
Sandoval enfatizó que las Fuerzas Armadas están fortalecidas y preparadas para acompañar a Sheinbaum en su proyecto de nación, que incluye la participación de militares en la puesta en operación de trenes de pasajeros.
Cuando terminó el acto, López Obrador lanzó varias vivas, agradeció "de todo corazón" e hizo un breve recorrido por la Estación Tulum acompañado de Sheinbaum, Lezama y miembros del gabinete.