QUINTANA ROO. El reciente llamado de alerta lanzado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) sobre el estancamiento económico en México, tiene implicaciones profundas y urgentes para Quintana Roo como estado altamente dependiente del turismo.
Así lo consideró Jovita Portillo Navarro, presidenta de la Coparmex en Cancún, quien explicó que, de agudizarse la desaceleración económica, menos turistas mexicanos llegarán al estado, se frenarán inversiones hoteleras y se resentirán sectores claves como el transporte y los servicios turísticos.
“El reciente llamado de alerta lanzado por Coparmex sobre el estancamiento económico en México tiene implicaciones profundas y urgentes para Quintana Roo. Como estado altamente dependiente del turismo que representa más del 80% de su economía, cualquier debilitamiento del consumo interno, caída en la inversión o incertidumbre jurídica amenaza directamente su principal motor de desarrollo”.
Señaló que 90 por ciento de los negocios estatales están clasificados como medianas empresas; muchas de ellas en la informalidad, lo que dibuja un panorama preocupante.
Además, la amenaza de nuevos aranceles de Estados Unidos, principal mercado turístico del estado, añade un riesgo adicional, al hacer menos competitivo al Caribe Mexicano.
“A esto se suma una caída histórica en la inversión pública nacional que podría frenar el desarrollo de infraestructura turística, obras sociales y programas de apoyo en zona rurales del sur del Estado”.
La representante empresarial indicó que, ante este panorama, Quintana Roo necesita una estrategia clara, audaz y coordinada, fortaleciendo a las medianas y pequeñas empresas, diversificar la economía más allá del turismo y proyectar su oferta turística a nuevos mercados como Asia, Europa y Canadá.
Según datos presentados por la Coparmex a nivel nacional, durante los primeros meses de 2025, los principales indicadores de la actividad económica comenzaron a mostrar signos claros de debilitamiento.
La Coparmex instó a las autoridades a reconocer la fragilidad de la economía mexicana y tomar medidas urgentes para evitar un mayor deterioro, ya que dijo, la prioridad es reactivar la inversión productiva, fomentar la certidumbre jurídica, garantizar la seguridad para personas y empresas, y consolidar un sector energético competitivo y confiable.









