VILLAHERMOSA, Tabasco.— Desde luego, no es el multitudinario paso de Shibuya, en Japón, donde cruzan diariamente desde sus esquinas un millón de tokiotas. Pero sí es uno de los cruces más intensos para automovilistas y peatones en la capital tabasqueña: la intersección de Ruiz Cortines con Paseo Tabasco.

Esta confluencia es relevante porque conecta con las grandes bodegas y centros comerciales, con infinidad de oficinas empresariales, escuelas y con una gran área recreativa vegetal y acuosa. No obstante, en temporada vacacional, no sólo se torna gris el cielo y las lluvias estremecen los árboles. También el paisaje urbano, la ciudad de concreto y gente, cambia imperceptiblemente, modificando las rutinas de taxistas, vendedores ambulantes y hasta agentes de tránsito.

Ricardo de Dios, quien dice llevar más de 20 años trabajando en los semáforos, reconoce que la disminución del tráfico en este punto de la ciudad afecta su comercio de olorosos guayabas. «Los que hacen el movimiento del tráfico son los que van a la escuela. De una u otra manera baja el tráfico y afecta igual las ventas».

De Dios se plantaba antes en lo que era la parada de la Coca (también un cruce entre Ruiz Cortines con avenida Universidad), que fue un paso muy transitado hasta que se construyera el distribuidor vial. En su nuevo punto de trabajo, Ricardo ha aprendido a compensar la caída de sus ventas en esta temporada.

«Sigo aquí de todas maneras, aunque baja a la mitad de lo que vendo. Llego a las nueve de la mañana y en días normales me voy a las tres de la tarde, pero como ahora que baja el tráfico, me voy hasta la cinco o seis de la tarde».

SERVICIO MÁS RÁPIDO CON MENOS AUTOS

En el municipio de Centro, con una población de más de 600 mil tabasqueños, las 930 escuelas de educación básica, media y superior salen de vacaciones estos días. Alrededor de 230 mil alumnos cortan la rutina de ir de su hogar al centro escolar, y volver seis horas después. 

Un taxista de nombre Alfredo se detiene en el cruce con el semáforo en rojo y acepta calificar el tráfico en plena hora pico como «suave». El mide el cambio del paisaje que experimenta la ciudad en verano con el tiempo que realiza en cada viaje.

«Queda uno un poco atorado cuando hay mucho tráfico, normalmente me hago 25 minutos, a media hora, pero en esta temporada que está tranquilo es más rápido el servicio. Entre menos carros más rápido te vas.»

Aunque los peatones son menos en las calles, don Alfredo, que lleva más de ocho años detrás de un volante de taxi, se nivela con la rapidez con que efectúa cada viaje.«Es parejo, tienes que echarle ganas sino no la armas».

UNA CIUDAD SIN ACCIDENTES

De acuerdo a datos del Plan Sectorial de Movilidad Sostenible del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Tabasco, en Villahermosa se realizan diariamente 579 mil 639 viajes, de los cuales 324 mil 300 se efectúan en transporte público colectivo, 121 mil 604 en taxis, 95 mil 815 en autos particulares. También establece que las horas con más viajes ocurren de 6 a 9 de la mañana, de una a tres de la tarde y de cinco a siete de la noche.

Para el oficial de tránsito Juan José Contreras Pérez, la movilidad vehicular disminuye un 50% en estas semanas. «Como no hay clases, muchas personas no salen tanto a dejar a sus hijos a la escuela, normalmente si nos damos cuenta lo que es el lapso de siete u ocho de la mañana, que es la hora que ingresan los niños a la escuela es cuando más tráfico tenemos. Igual a la una de la tarde. Ahorita que no hay clases hay muy pocos vehículos», explica el oficial de tránsito.

El agente, montado en su caballo de acero, en el retorno de Ruiz Cortines, también menciona que el número de accidentes disminuye. «Muchas veces a los padres se les hace tarde para dejar a los hijos a la escuela y cuando vienen a ver ya se accidentaron. Las prisas provocan accidentes, pero en esta fecha disminuyen bastante».

Contreras Pérez asegura que como no hay tanto coche circulando, las infracciones también menguan. «Cuando se estaciona en lugares prohibidos, es por lo mismo, porque hay mucho tráfico. Pero al no haber tanto coche, no se paran en lugares prohibidos y no hay tantas multas como antes.»

En verano no queda otra más que dejarse llevar por los días frescos, sin que te ganen el taxi o el asiento en la combi, sin lamentar algún accidente de tránsito y, por qué no, saboreando una guayaba cultivada en la propia tierra.