CHIAPAS. La mañana del viernes arribaron alrededor de 850 personas migrantes de diferentes nacionalidades procedentes desde la frontera sur de Tapachula a Tonalá.
El objetivo de la caravana es llegar eventualmente a la Ciudad de México y luego continuar hacia el norte del país.
Sin embargo, los migrantes enfrentan obstáculos, entre ellos los operativos realizados por el Instituto Nacional de Migración (INM), que, según el activista Luis García Villagrán, buscan dispersar a los integrantes de la caravana y evitar que lleguen a la frontera norte.
García Villagrán denunció que las autoridades han intentado forzar a los migrantes a subir a vehículos oficiales bajo la promesa de llevarlos hacia el norte, pero en realidad los regresan a localidades como Tapachula o incluso Mérida, Yucatán.
“El estado mexicano los tiene medidos. Les dan autobuses para dejarlos en ciudades alejadas, como Acapulco, Morelia, Mérida, Campeche o Villahermosa.
Todo esto está documentado", afirmó el defensor de derechos humanos. La situación evidencia la creciente tensión en el camino de miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Todas las personas están pernoctando en la unidad deportiva, ahí descansarán para luego avanzar al municipio de Arriaga.
Cabe señalar que salen de su país por falta de empleos y oportunidades económicas debido al mal gobierno de sus países.









