TABASCO. Comerciantes de frutas y verduras del mercado José María Pino Suárez en Villahermosa enfrentan un desafío creciente debido al intenso calor, el cual acelera la maduración y descomposición de sus productos, elevando el riesgo de tener que desechar mercancía y sufrir pérdidas económicas.
Federico Pérez, un experimentado vendedor del mercado, expresó su preocupación ante el repentino aumento de precios en algunas frutas y verduras, sumado al efecto perjudicial de las altas temperaturas.
"Esperemos que de repente disminuya el precio para que nosotros podamos vender y no se nos eche a perder", comentó con incertidumbre.
Entre los productos más susceptibles al daño por calor, don Federico mencionó el pepino, la papaya y la sandía. En particular, señaló que la sandía no puede permanecer expuesta al calor durante todo el día, lo que obliga a partirla para intentar salvarla antes de que se deteriore por la concentración de agua. La papaya y la ciruela también se ven considerablemente afectadas.
"Hay unas que están sazonas y maduras, luego, al siguiente día, amanecen más amarillas; ya la gente casi no las quiere porque prefiere comerse frutas verdes para comerlo con chamoy, miguelito, sal y limón", explicó sobre la papaya.
En cuanto a la ciruela, su elevado precio, que supera los 500 pesos por caja, agrava el problema, ya que se pueden llegar a perder hasta cuatro kilos diarios.
En general, los comerciantes estiman que entre el 20 y el 25 por ciento de su mercancía se echa a perder debido a las condiciones climáticas.
En el caso de las verduras, el tomate es especialmente vulnerable: "como se madura muy rápido, se echa a perder", indicó Federico, añadiendo el aguacate a la lista de productos sensibles al calor.
Las pérdidas económicas derivadas de estos productos pueden superar los 250 pesos para algunos comerciantes.
Don Federico explicó que el calor provoca que las frutas y verduras apiladas se calienten, y cuando una pieza comienza a descomponerse, acelera el deterioro de las demás.
"El calor hace que se madure todo por la parte de abajo, y a la hora de cambiarla al día siguiente, unas ya se están echando a perder. Con una que se eche a perder, consume a los demás", detalló.
A pesar de esta situación, el comerciante señaló que la cantidad de mercancía que se pierde no es excesiva, y que los proveedores suelen ser comprensivos, llegando incluso a reponer la mercancía dañada en algunas ocasiones.
Además, los vendedores también adoptan medidas preventivas, informando a sus clientes sobre la importancia de revisar bien los productos al realizar compras grandes y ofreciendo reembolsos o cambios en caso de encontrar algún defecto.
Según la experiencia de don Federico, los meses de marzo, abril, mayo y junio son los más críticos en cuanto a la rápida descomposición de los productos debido al calor.
Finalmente, el comerciante invitó a la ciudadanía a visitar el mercado José María Pino Suárez, asegurando que se ofrecen productos de calidad. Recordó a sus clientes que cualquier producto que adquieran y presente algún problema puede ser devuelto para su reembolso o cambio, siempre y cuando se justifique la reclamación.