Este miércoles, Corea del Norte lanzó una serie de globos hacia Corea del Sur, presuntamente cargados con desechos, lo que ha generado preocupaciones en la región. Algunos de estos globos cayeron en áreas sensibles, incluyendo el recinto del Palacio Presidencial Surcoreano y el Ministerio de Defensa, según informes de medios locales.
Estos lanzamientos se produjeron en medio de crecientes tensiones entre ambos países, exacerbadas por acciones de Corea del Sur, como la intensificación de transmisiones de música K-pop y mensajes propagandísticos a través de la frontera.
Estas campañas han sido interpretadas como provocaciones por parte de Corea del Norte, que ha amenazado con tomar medidas más drásticas si estas actividades continúan.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur emitió un comunicado instando a la población a estar alerta ante la posibilidad de objetos cayendo del cielo, debido a los globos norcoreanos. Aunque se confirmó que los recolectados no representaban peligro, este incidente marca el décimo lanzamiento de globos desde finales de mayo por parte de Corea del Norte.
Expertos en la región han señalado que estos lanzamientos son una respuesta directa a las actividades de activistas surcoreanos que lanzan panfletos políticos a través de la frontera. Para Corea del Norte, estas acciones representan una amenaza a su control sobre la información y a la estabilidad de su régimen autoritario.
El conflicto entre ambos países ha tenido episodios anteriores de escalada, como la destrucción de una oficina de enlace surcoreana por parte de Corea del Norte en 2020 y disparos contra globos similares en 2014. Estos incidentes subrayan las profundas tensiones que persisten en la península coreana, con el potencial de desencadenar repercusiones significativas en la región.