CHIAPAS. El padre Marcelo Pérez Pérez, párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal de Las Casas, fue asesinado a tiros por un par de sicarios en la mañana de este domingo.
Luego de celebrar la misa del cuerpo presente del sacerdote Marcelo Pérez en la Iglesia de Guadalupe, donde ofició misa diariamente durante más de dos años y medio, el féretro fue trasladado al municipio de San Andrés Larrainzar, de donde son originarios sus padres.
Este municipio, ubicado en la región Altos de Chiapas, será el lugar donde se velará el cuerpo en el templo de la cabecera municipal.
Cerca de mil personas salieron de la iglesia de Guadalupe y recorrieron toda la calle Real de Guadalupe, llegando al parque central. Luego continuaron por la calle Guadalupe Victoria, y posteriormente, en una caravana de vehículos, acompañaron el féretro rumbo a la cabecera municipal de San Andrés Larrainzar, donde fue velado la noche de este domingo en el templo. Hasta el momento, se desconoce cuándo será sepultado en el panteón local.
El sacerdote fue amenazado de muerte desde 2021 por un grupo armado que opera en los Altos de Chiapas: “A mi cabeza le han puesto precio”, denunció.
El sacerdote transitaba en su camioneta, en el barrio Cuxtitali en San Cristóbal de las Casas, cuando un par de sicarios a bordo de una motocicleta se le emparejó y le disparó a quemarropa.
El asesinato del párroco fue confirmado por el propio obispo de San Cristóbal de Las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, quien dijo que el cuerpo será velado donde era su parroquia.
Padre de origen Tsotsil, Marcelo Pérez Pérez nació en San Andrés Larráinzar, un municipio de Los Altos de Chiapas. Fue párroco por 10 años en Chenalhó, y hace dos años y medio fue trasladado por la diócesis de San Cristobal a la parroquia de Guadalupe por amenazas de muerte.
Marcelo se vio envuelto dentro una disputa política por el control del municipio de Pantelhó, esto entre los grupos armados Los Machetes y Los Herrera en 2021.
El padre Marcelo Pérez Pérez fue amenazado de muerte por un grupo delictivo que lo acusó de haberse aliado con sus rivales.
Cuando “Los Machetes” tomaron el control del municipio, secuestraron y desaparecieron a 21 personas de “Los Herrera”, que hasta la fecha no han aparecido.
El grupo “Los Herrera” acusó al padre Marcelo de estar aliado con sus adversarios.
Aunque se deslindó y distanció de ese grupo armado, recibió amenazas de muerte.
Apenas en agosto, el padre Marcelo Pérez dijo esto en entrevista en un medio de comunicación de Chiapas: "Luchamos por la paz, en Simojovel le pusieron precio a mi vida 150 mil, 400 mil, un millón de pesos, pero vivimos bajo la protección de Dios.
Hay mucha violencia, pero seguimos construyendo la paz. Hemos acompañado a los desplazados, me ha tocado mediar para liberar a funcionarios públicos, seguiremos en la lucha de la opción por los pobres, es un mandato divino”.