CAMPECHE. Un alto funcionario de una compañía petrolera, René “N”, fue asesinado a tiros por desconocidos en Ciudad del Carmen. El incidente ocurrió dentro de las instalaciones de Marina Bucaneros, un club de yates conocido en la zona. Por otro lado, un presunto ladrón fue detenido y golpeado por pobladores en Salitral.

René N. era un ingeniero y funcionario de "Grupo México", una compañía petrolera con sede en Ciudad del Carmen, donde trabajó durante más de 20 años.

El cristal de la camioneta, del lado del acompañante, presentaba tres impactos de bala, mismos que le arrebataron la vida al ingeniero de forma inmediata.

Según los informes, el asesinato ocurrió cuando un desconocido se acercó a la camioneta Ford de René N. y le disparó al menos tres veces. Luego, el atacante huyó en una motocicleta. El vigilante del club de yates escuchó los disparos y corrió hacia la entrada, donde encontró a René N. sin vida.

Al sitio arribó personal paramédico de Protección Civil, quienes lamentablemente al valorar los signos vitales del hombre confirmaron que perdió la vida en el lugar, ya que presentaba heridas de arma de fuego en el pecho, cuello y rostro, mismas que le arrebataron la vida de forma casi instantánea desangrándose hasta morir en el asiento del conductor.

Hasta el momento no hay detenidos ni línea de investigación sobre este asesinato.

La zona fue asegurada por diversas autoridades, personal de la Fiscalía del departamento de investigaciones, se hicieron cargo del procesamiento de la escena, así como levantamiento de indicios y cadáver para las investigaciones y deslinde de responsabilidades.

Lincha a presunto ladrón

En otro orden, un sujeto de aproximadamente 32 años, de complexión delgada, fue golpeado y atado por ciudadanos en las cercanías de la colonia Salitral, tras ser señalado como ladrón en una vivienda de la zona. El individuo portaba varios cables de diferentes tamaños y colores, así como una bomba de agua que, según testigos, dejó abandonada unas cuadras atrás para intentar escapar de quienes lo perseguían.

Los incidentes ocurrieron en la intersección de la avenida 10 de julio y la calle 42-C, cerca de una gasera conocida. En este lugar, los ciudadanos alcanzaron a un hombre al que acusaban de haber robado en una casa, llevándose una bomba de agua y cables eléctricos. Al ser descubierto, intentó huir.

Sin embargo, fue detenido en esa esquina y golpeado por varios ciudadanos, quienes lo amarraron con los mismos cables que intentaba robar, los cuales llevaba en su mochila. El hombre terminó con múltiples golpes y heridas sangrantes en las manos, lo que llevó a solicitar la llegada de una patrulla de la dirección de Seguridad Pública.

El detenido fue llevado ante la fiscalía para declarar y aclarar su situación. Además, manifestó su intención de demandar a los ciudadanos que lo agredieron, alegando que recibió golpes violentos y fue golpeado con un bastón de caucho, lo que le causó lesiones e inflamación.

Posteriormente, se trasladó en su vehículo a la fiscalía para presentar su denuncia formal y dar seguimiento al caso. La policía confiscó su mochila junto con los objetos que supuestamente intentaba robar, mientras el detenido insistía en que no era un ladrón y que tenía un empleo formal, afirmando que había sido confundido.