CHIAPAS. Este domingo, la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez dio inicio a una semana de sensibilización sobre la migración, en conmemoración de la 110 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, establecida por la Iglesia Católica.
Con una eucaristía en la Catedral Metropolitana, los fieles se unieron al llamado mundial del Papa Francisco para reflexionar sobre la situación de millones de migrantes que enfrentan crisis humanitarias, especialmente en la frontera sur de México.
Rodrigo Aguilar Martínez, administrador apostólico de esta Arquidiócesis, dijo que estas actividades se realizan en el marco de la 110 Jornada Mundial del Migrante, una situación que hoy viven miles de seres humanos, con situaciones insostenibles como la opresión, la esclavitud o el maltrato.
Actividades que buscan evidenciar los momentos de desesperación que viven los migrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes.
Sobre esta semana dijo que “los hermanos y hermanas que en nuestra Arquidiócesis prestan su servicio a favor de los migrantes, llevándoles alimento, saliendo a su encuentro en las calles y parques de nuestra ciudad, ofreciendo el espacio de nuestra Casa del migrante, saben de esa experiencia que las personas migrantes viven”.
Durante su mensaje a los medios de comunicación, expresó la necesidad de seguir trabajando por la paz “y asumiendo en nuestra vida personal, familiar y comunitaria, gestos y acciones de paz en nuestros entornos; la paz se construye también desde los ambientes inmediatos donde vivimos y de ahí se proyecta a la sociedad”, señaló.
Anteriormente la Iglesia Católica en Chiapas se ha pronunciado sobre esta situación y los casos de abuso y xenofobia que están ocurriendo.
Situación sobre la que han pedido, de manera particular a los agentes de pastoral “que evitemos en nuestras comunidades toda clase de racismo, discriminación, rechazo y xenofobia hacia nuestros hermanos migrantes. No podemos etiquetar a las personas por ser de otro país o por su color de piel, tenemos que aprender a convivir con ellos y fomentar la búsqueda de una fraternidad universal”.










