Villahermosa.- Un escenario atípico --el deportivo de la Magdalena Mixhuca-- fue el telón de fondo para que se consumara en su primera fase la reforma al Poder Judicial por los bloques legislativos de Morena, PT y PVEM, contra la oposición del PAN, MC y PRI.
Ante lo que llamó un respeto a la libertad de manifestarse, que llevó a empleados del Poder Judicial, jóvenes estudiantes y militantes de los partidos opositores a cerrar desde las seis de la mañana la sede del Palacio Legislativo en San Lázaro, el morenista Ricardo Monreal notificó desde temprano a los integrantes de su bancada y demás bloques partidistas que la sesión se realizaría en la Magdalena Mixhuca, un complejo deportivo enorme con muchas entradas que sería difícil que los opositores pudieran bloquear.
Previendo que la sesión duraría hasta la madrugada, dentro del escenario deportivo se instaló un restaurante para que los legisladores no salieran a la hora de la votación .
Afuera del recinto, en las principales ciudades del país, hubo manifestaciones a favor y en contra de la reforma, todas ellas realizadas en un clima de paz, con escasos incidentes de jaloneo.
En Villahermosa, la capital del estado de donde es originario el presidente impulsor de la reforma, se realizaron dos marchas: una desde la Catedral del Señor de Tabasco, que caminó hasta la Plaza de la Revolución, en Tabasco 2000, en oposición a que se modifique el sistema judicial; y otra que partió desde el parque Juárez, caminando por Zaragoza y 5 de Mayo hasta cruzar 27 de Febrero y detenerse frente al Tribunal de Justicia, donde jóvenes estudiantes de la capital y de otros municipios, líderes juveniles de Morena y personas mayores simpatizantes del obradorismo, corearon citas para que el sistema judicial sea reformado.
Al empezar la sesión ordinaria de la LXVI, los legisladores morenistas corearon el clásico «Es un honor estar con Obrador».
Como era de esperarse, y sin ninguna sorpresa, los grupos parlamentarios que participaron (MORENA, PT, PVEM, PRI, PAN, PRD y MC), ocuparon discursos en los que la mitad del tiempo, se dedicaron a “echarse en cara” trapos del pasado.
Movimiento Ciudadano, adelantando que votaría contra la reforma propuesta por la 4T, llamó a los jóvenes a levantarse contra esta acción inconstitucional, ya que atenta contra de la democracia.
El PRI guardó los tambores de guerra e hizo un llamado a los morenistas para que pospusieran la votación y se abriera un debate serio sin prisas. Un ejemplo claro de esto, fue Jericó Abramo Masso, diputado tricolor, que mandó un mensaje a la futura presidenta de la República.
"Hago un llamado a la presidenta electa de México, a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, para que en un acto histórico, proponga posponer la discusión de este dictamen", dijo el diputado.
El PAN se esmeró en mostrar su repudio a la reforma, ya que al llegar su turno, los blanquiazules se reunieron, portando playeras que decían: “Soy Resistencia”, e incluso, se encargaron de llevar lonas con la leyenda de: “Sin Justicia, No Hay Futuro”.
El discurso más fuerte por parte de este grupo parlamentario, sin duda alguna se lo llevó la diputada Paulina Rubio Fernández, que con enojo y energía, se dedicó a hacer un repaso de viejas promesas de la llamada 4T, que no cumplieron, haciendo alusión a que la reforma al Poder Judicial, no sería una promesa que se vaya a cumplir.
“Dijeron que para el Tren Maya no iban a talar árboles, y los talaron; le dijeron a la gente que no habría varias muertes por Covid, y se murieron miles; hace unos días, tuvieron el cinismo de decir que éramos Dinamarca… estamos tan lejos de Dinamarca, y tan cerca de Venezuela, que no tienen cara para venir a aprobar esta reforma”.
Y finalmente, en representación del presidente de México, tuvo uso de la palabra Ricardo Monreal, que en ningún minuto dejó de manifestar el éxito y la inminente victoria que había logrado el movimiento de la Cuarta Transformación, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.