TABASCO. Martín Pérez Aguilar es un bolero que diariamente lustra zapatos en la zona del ‘Parque Juárez’, en pleno corazón de Villahermosa. Se considera uno de los mejores en el oficio que rinde culto al esplendor. Es ‘chambeador’, le mete duro de sol a sol, pero eso no le ha bastado para tener una mejor calidad de vida.
Por su condición de ‘trabajador informal’ carece de la protección de un esquema de seguridad social, es más, ni sabe ‘con qué se come eso’. No recuerda haber tenido ‘chance’ para acceder gratis a servicios médicos en un hospital público, es más, jamás le han regalado una medicina.
Para muchos como él, que se desempeñan en el ecosistema económico de la informalidad, el modelo IMSS Bienestar --instrumentado en 2022 por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para construir en México un sistema de salud equiparable al de Dinamarca-- aún resulta todo un enigma.
“No sabíamos, no sé qué es eso. La verdad yo no sabía que había que inscribirse. Si ustedes no me dicen, ni siquiera me hubiera enterado”, responde, extrañado, con ceño fruncido, al equipo de Sintexto.
De manera sincera, hace notar su sorpresa por el hecho de que en México y en Tabasco ya se pueda tener atención médica gratis sin tener una relación laboral formal. Acepta que ‘afortunadamente por la edad’ que tiene, todavía no ha requerido de esos servicios, pero no duda en señalar que se pondrá a investigar más sobre el IMSS Bienestar y sus beneficios.
‘TIENE MALA IMAGEN’
Ese es el contexto que enfrenta en Tabasco el nuevo modelo de salud federal. Aquí, buena parte de la población que carece de seguridad social todavía no culmina su inscripción al modelo, ya sea por desconocimiento, por desconfianza en la calidad de medicinas y servicios médicos, e incluso, por el mito de la ineficacia que rodea al sistema de programación de citas del sector salud.
De acuerdo con el Informe Anual sobre la Pobreza y Rezago Social 2023 elaborado por la Secretaría de Bienestar federal, de la población de 2 millones 447 mil personas que tiene el estado, alrededor de 27 por ciento, esto es, casi 490 mil tabasqueños, no tiene acceso a servicios de salud.
Este dato dimensiona el rezago que la entidad afronta en el proceso de inscripción al IMSS Bienestar, cuya Coordinación Estatal reportó, con corte a octubre pasado, apenas 110 mil 613 personas registradas, lo que todavía deja fuera del esquema a un universo de casi 379 mil posibles beneficiarios.
Otro de los motivos que ha hecho que los ciudadanos no se esmeren en formar parte de este nuevo modelo de salud --echado andar en 23 estados del país--, es atribuido a la falta de medicamentos que impera en la institución para atender padecimientos más complejos.
Es el caso de don Ramiro Collado Zurita, que enfrenta una enfermedad para la que ha tenido que recurrir a la atención médica privada y por la que requiere un medicamento que cuesta 1 mil 850 pesos. Con justa razón, duda que el IMSS Bienestar pueda proveerle ese fármaco. "No creo que cualquier institución me lo pueda dar", señala, resignado.
Un caso más. El señor Juan Hernández, comerciante del Barrio Mágico de Villahermosa, responde que ha preferido acudir a instituciones particulares por la demora que hay para la atención en el IMSS Bienestar.
“Es una institución que tiene una mala imagen. No atienden conforme a las necesidades de los enfermos, tardan en programar citas y otras cosas”, acusa don Juan, sin dejar de poner el dedo en la llaga. Muchas veces han dicho que ahora sí van a mejorar, si algún día lo cumplen, entonces sí sería una buena opción para la gente, puntualiza, con ironía.
¿Qué ofrece el IMSS-Bienestar?
--Servicios médicos gratuitos y de prevención de enfermedades
--Atención médica de primer y segundo nivel
--Atención hospitalaria
--Estudios de laboratorio
--Exámenes de imagenología para detectar padecimientos
--Medicamentos