El hoy presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, recibió un apoyo de 45 por ciento de votantes latinos, que superó en 13 puntos a otro candidato republicano, George W. Bush, en el año 2004.
Por su parte, la candidata demócrata, Kamala Harris, obtuvo 53 por ciento del voto hispano en las elecciones de este martes, muy por debajo del 65 por ciento de Joe Biden en las elecciones de 2020, del 66 por ciento otorgado a Hilary Clinton en 2016, o del 71 por ciento de apoyo hispano que recibió Barack Obama.
La vicepresidenta recibió el peor apoyo de votantes hispanos, en comparación con Biden en todos los estados bisagra, con excepción de Wisconsin, donde mejoró en un solo punto porcentual.
El mayor éxodo del voto latino para Harris se produjo en Míchigan, con una caída de 24 puntos, con lo que sólo obtuvo 35 por ciento de apoyo, mientras que en Pensilvania los votantes abandonaron a la demócrata en 21 puntos porcentuales, con respecto a Biden que en 2020 ganó ese estado con un respaldo de 57 por ciento.
También fueron destacables las caídas del voto a favor de Harris en Florida, donde el retroceso con respecto a 2020 fue de 11 puntos, o en Texas, donde la caída fue de 15 puntos en apoyos latinos.
Trump obtuvo en estas elecciones un claro mandato al imponerse en cinco de los siete estados considerados bisagra en estos comicios y a la espera de que se puedan proyectar los resultados de escrutinio en Nevada y Arizona, donde el republicano también mantiene ventaja.
Los latinos, un grupo muy diverso y disperso por todo el país, han sido esenciales en la victoria electoral de Trump, que decidió atraerlos incidiendo en propuestas económicas, de lucha contra la inflación, creación de empleo y asegurando que la política migratoria del Gobierno actual también les afectaba negativamente.









